A la hora de desarrollar una idea empresarial no sólo es necesario tener un proyecto con posibilidades de crecimiento, también se ha de tener la opción de que todos esos planes y ambiciones se acaben concretando gracias a los inversores.
Para ello, muchas veces se hace indispensable la figura de la financiación de personas ajenas al negocio en su génesis, personas que estén dispuestas a arriesgar parte de su patrimonio para ayudar a que tu empresa evolucione, siempre y cuando obtengan un beneficio de esa prestación. Hablamos, cómo no, de los inversores.
Cuando una persona se decide a entregar su dinero a una causa concreta, ésta ha de ofrecerle previamente garantías y atractivos sólidos. Nadie decide gastar sus ahorros alegremente, y es ahí donde entra en juego la labor de los responsables de la empresa, que han de ser capaces de crear un producto irresistible.
Es vital que el proyecto tenga claros los objetivos, que posea una planificación precisa y exacta acerca de cada paso concreto que ha de darse para lograr los objetivos. Cuando se negocia con un posible inversor, la empresa ha de determinarle de manera clara para qué se va a emplear su dinero, y de qué forma le va a repercutir a él positivamente. No basta con reclamar dinero y utilizarlo luego de manera improvisada. Ese tipo de actuaciones normalmente no suelen salir bien ni para unos ni para otros.
Por otro lado, si eres capaz de desarrollar un negocio escalable tendrás el eje fundamental para atraer la inversión a tu proyecto. La escalabilidad es una cualidad de los negocios que hace que sus perspectivas de futuro sean muy amplias. Cuando puedes asegurar a un posible inversor que su apuesta será redoblada en el futuro debido, simplemente, a las características propias de tu empresa, será mucho más sencillo convencerle.
Tampoco puedes descuidar la comunicación organizacional. Aunque tu proyecto cuente con muchas virtudes y atractivos para los terceros, si no eres capaz de definirlas correctamente puede que no sirva para que los inversores sientan la llamada. Las redes sociales son un canal fundamental para las nuevas vías de hacer negocio, úsalas, explora sus características y aprovéchalas en tu beneficio. Aparte de ello, también siguen funcionando los acontecimientos tradicionales. Las ferias, convenciones, encuentros con medios… todo ello ayuda a dar a conocer tu plan de empresa a los demás.
Un aspecto que se señala poco es la elección de los inversores. Una mala decisión en este aspecto puede derivar en consecuencias negativas para tu empresa. Además, el hecho de no elegir a cualquiera va a hacer que ese inversor que pueda entrar en tu empresa se sienta de una manera más amplia. Va a sentir que forma parte de un fin selecto y del que no todo el mundo puede formar parte.
[bctt tweet=»Por último, una vez elegido, cuida a tu inversor.» username=»AlvCid»]
Es una persona que ha depositado en ti tu confianza, y tú has de recompensárselo. Tiene derecho a estar plenamente informado de la actividad de la empresa, y a exigir un trato diferente al que podría tener otro tipo de actor económico relacionado con tu proyecto. Además, los inversores pueden hacer un efecto contagio sobre otros inversores si su experiencia con tu empresa ha sido positiva.
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Escrito por Equipo de Redacción.
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