Este es un tema demasiado personal como para que te sientas identificado al 100% con ello. Mi objetivo con este artículo es que entiendas que hay al menos 3 razones por las que debes empezar a invertir, y que a raíz de estas razones vas a encontrar la fuerza necesaria para vencer el miedo que te detiene. Entiendo perfectamente, porque lo he vivido y aún lo vivo, ese sentimiento de parálisis y de ligero temor mezclado con una gran incomodidad, incluso el pensamiento de que dirán de mí.
Si estás empezando invertir, y no tienes una amplia experiencia, y en muchos casos aunque la tengas, sabes de lo que estoy hablando. En cada proyecto que se presenta y en cada oportunidad que se te ofrece, un sentimiento muy parecido al descrito se presenta. Nuestros motivos, aunque sean personales, seguramente sean muy parecidos a los que te voy a presentar a continuación y recuerda que son el fuego y la llama que van hacer que prenda el combustible de la oportunidad. Sin estos motivos presentes, seguirás dejando pasar las oportunidades hasta que te veas demasiado cansado y viejo o vieja como para tomar acción sin temor a destruir lo construido.
Las 3 razones por las que debes invertir:
1. Por Tu Libertad Hay que Empezar a Invertir
Esta es la principal razón por la que me mueve seguir investigando y trabajando en inversiones de calidad y rentables. La libertad, sobre todo laboral, está en extinción. Aunque cada vez sea más fácil, por Internet, invertir y emprender, no se ha cerrado la brecha entre ser un trabajador por cuenta ajena y ocuparte de tus propias finanzas invirtiendo o emprendiendo.
Si no buscas tú la educación necesaria y la pones en práctica de la mano de un mentor, tu libertad por mucho dinero que tengas en el banco seguirá en manos de terceros. Aunque la libertad completa no existe en este mundo, sí que podemos acercarnos lo máximo a ella y conseguir lo que nos proponemos más allá de lo que debemos hacer para otros y por otros, esté bien o esté mal para nuestro interior. La libertad nos permite, no solo hacer lo que queremos cuando queremos sino también hacer lo que debemos cuando queremos. Invertir nos da la capacidad económica para poder satisfacer nuestros deseos y con ellos servir de mayor y mejor forma al planeta. Nadie debería regalar su libertad fácilmente a cualquiera, ya sea por un sueldo o por otros beneficios.
2. Por La Libertad De Los Que Más Quieres Hay que Empezar a Invertir
Invertir no debería ser un acto puramente egoísta basado en el dinero y/o la fama personal. Todo lo contrario, los grandes inversores superaron las dificultades de las distintas inversiones durante distintas etapas de su vida para sus seres queridos.
¿No es esa tu batalla diaria en el trabajo? Darle lo mejor a tus seres queridos pasando por ti. Pues déjame decirte, estás corriendo contra la corriente. Si aprendes a invertir vas a conseguir mucho más y cada vez requerirá menos de tu tiempo, esfuerzo y dinero, porque el dinero llama a dinero y el flujo de efectivo que obtengas de una inversión financiará la siguiente. Es un círculo vicioso positivo. Es una rueda que crea fama y fortuna, siempre pasando por cuidar y mejorar la vida de los tuyos. Créeme, no eres tan distinto de los super ricos, todo lo contrario, piensas como ellos. Lo que te diferencia de su nivel de vida frente al tuyo no es el dinero o situación en la que empezaron, no. Es la mentalidad, los vehículos de inversión y la acción, es decir, la forma de llegar del punto A al punto B. Invertir correctamente es un reto. Para que sea un hecho, primero hay que empeñarse en lograrlo, y aprender muchas cosas en el camino. Como decía Robert Kiyosaki, es un plan, un proceso, no un único negocio o método de inversión. Como en todo reto, vamos a encontrar obstáculos y la mejor forma de vencer los baches, es precisamente recordarnos siempre que queramos tirar la toalla las razones por las que estamos en el ring, el/los por qué. Si el bienestar de tu familia y amigos es una de tus prioridades va a ser mucho más difícil tirarte del ring que si lo haces sólo por fama y fortuna. Eso debe ser una consecuencia, no una razón para hacerlo.
3. Por un Propósito que Merece la Pena Seguir
El ser humano es egoísta por naturaleza y eso no tiene por qué ser malo. Siempre que ese egoísmo nos lleve a hacer cosas que den valor a nuestra sociedad, estaremos creando un bien común por un deseo puramente egoísta, como puede ser un sentimiento de grandeza o incluso de contribución. Ese sentimiento no deja de ser por y para nosotros. Por lo tanto, si ya has creado una fortuna por ti y los tuyos, ¿Qué te parece crear un imperio dando valor a todos los que alcances? ¿No te parecería un reto más que tentador?
Dependería mucho del momento de la vida en el que te encuentres, pero sin duda realizarlo, aunque sea a la mitad, te llenará como persona. Por eso invertir es tan importante. Porque genera los recursos para poder realizar lo que siempre habías soñado y de paso dejar un legado de importancia y trascendencia en este mundo.
En conclusión, invertir es bueno para ti y para los que te rodean, porque supone generar riqueza y eso siempre es positivo, tanto para tus hijos, como para los que no conoces tanto siempre que trates de crear valor a la sociedad y no te conviertas en un codicioso sin sentido, pues eso, siendo rico o pobre, te llevará al mismo punto y no será uno bueno. La sociedad siempre premia a las buenas personas en un sentido de largo plazo, y una persona rica es tiene más influencia para hacer el bien que una que siendo igual de buena, es pobre.
¿Tú qué opinas? Escríbelo en los comentarios.
Escrito por Álvaro Rodríguez
Imagen destacada desde Pixabay.
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